Este término aparece en la Biblia, buscando designar la guerra o conflicto del fin del Mundo. ¿Hemos entendido que como nación nos encontramos al borde del abismo? ¿Pensamos en la irresponsabilidad al nombrar sistemáticamente esta camorra política que nos tiene jodidos y han vuelto este país una finca que administran pensando en sus  intereses particulares?

 

Tal vez lo más complicado de este Armagedón  es que se está dando en nuestra nación y creemos que "todo está muy bien", por eso aparecemos como uno de los países más felices del mundo. ¿Cuál felicidad? Además a los genios que hacen este tipo de encuentras y análisis se les olvidó un  pequeño detalle: la felicidad es una opción personal; la política se preocupa por el colectivo.

 

Que tal si nos preguntaran ¿Estamos conformes con las oportunidades laborales? ¿Qué tan bueno nos parece nuestro sistema de salud? ¿Confiamos en la transparencia del Estado Colombiano? ¿Nos sentimos seguros en nuestras ciudades? ¿Alcanzaremos a pensionarnos? ¿Qué pensamos del sistema educativo? ¿Es bueno el sistema de transporte de la ciudad? ¿Qué calidad tiene la movilidad en Bogotá? Nos iríamos como dicen coloquialmente "de culo" al ver los resultados. ¿Felicidad o bienestar? Si nos interesa la primera ¡Qué vivan los reinados! ¡Qué viva el futbol! ¡Qué viva la farándula! y tanta otra maricada que acá se inventan para alejarnos del análisis de lo que somos! Si nuestros intereses se encuentran puestos en la segunda, la cosa se vuelve complicada –para la pereza del Colombiano promedio- porque requiere de esfuerzo: leer noticias –pero no las nacionales que son un juego de hagámonos pasito-, analizar todo movimiento de la nauseabunda clase politiquera, no regalar el voto y dejar de hacernos los pendejos ante los problemas de la nación.

 

“Supuestamente” nos encontramos en un Estado Social de Derecho, que imitando –como todo lo que hace- nos da la libertad y parte de ella pasa por poder decir abierta y tranquilamente lo que pensamos, aunque siendo honesto con el que nos lee, dudamos de esto, porque acá  los principios  se vulneran y la ley es para clavársela al más idiota e ignorante, porque esa es la justicia que se muestra: cae el hacker, pero no el que lo contrata; cae la que vende el voto pero no el reelecto… en fin, acá encontrará nuestros puntos de vista, nada más, frente a algunas de las cosas que pasa en este país de los múltiples colores, aromas y sabores, nada más que eso: apreciaciones; muchos no estarán de acuerdo ¡válido!, a otros no les gustará el tono y palabras ¡lo sentimos!, porque como dijo uno de los mártires de nuestro país: si alguien dice o escribe la palabra “hijueputa” ¡Qué lío! ¡Qué grosero!¡Qué patán!¡Qué poco culto!, pero si se roba como contratista una millonada lo tratan como príncipe, le dan una pena chimba y nada más; cuélguese en una cuota de alimentos y verá el Armagedon.